Carla Fernanda Ávila, la actriz mexicana que participó en ‘El juego del calamar’
La famosa serie El juego del calamar sigue dando sorpresas a los fans en México, ahora, debido a la participación en la serie de una paisana, Carla Fernanda Ávila, quien es originaria de Guadalajara.
La joven actriz viajó a Corea del Sur hace algunos años cuando estudiaba ingeniería en finanzas, sin embargo el camino de la actuación la sedujó.
La escena en la que la mexicana hace su aparición es aquella en la que los VIPs se reúnen para ver los juegos, ella interpreta a una de las esculturas vivientes cuya piel ostenta un ‘body painting’ de felino.
Al respecto, Carla comentó en un post de Instagram que no su experiencia en El juego de el calamar había permanecido velada porque se sentía incómoda con la exposición que implicaba su ‘body paintin”.
Cabe mencionar que tras cuatro años de radicar en el país asiático cuando decidió probar suerte en algunos castings, y su inquietud rindió frutos pues ya ha participado en algunos programas coreanos y en comerciales.
Su participación en El juego del calamar fue breve, pero amigos y personas cercanas a Carla no tardaron en reconocerla.’.
“Para ser honesta, casi no compartí mi aparición en la serie de Netflix Juego de calamar. Pero, algunos amigos me reconocieron y me enviaron mensajes de texto al respecto. Entonces, después de pensarlo mucho, decidí compartirlo. La razón por la que no quería compartirlo es porque me sentía un ‘apenada’ ya que implica estar expuesta y porque tuve una mala experiencia con la agencia de casting que me contrató.”
Asimismo aseguró que fuera de esas reservas la experiencia había sido memorable. En su mensaje destacó que si bien nunca había hecho ‘body painting’ consideraría replicar la experiencia, aunque reconoció que las dificultades de la producción y cuestiones técnicas para mantener intacto el ‘maquillaje’ fueron todo un reto:
“Era la primera vez que hacía un trabajo de ‘body painting’ Tomó algunas horas hacer la pintura de cuerpo completo. Especialmente el primer día, que implicó casi toda la mañana hacerlo ¡e ir al baño fue realmente difícil! También necesitaba quedarme quieta y moverme lo mínimo porque la pintura se caía”
Por otro lado, Ávila resaltó que durante la grabación de su escena tuvo la fortuna de coincidir con viejos amigos, lo cual le dio un plus a su experiencia.