La libélula
Cuentan que…
En el fondo de un estanque vivían un grupo de larvas que no comprendían por qué cuando alguna de ellas ascendía por los largos tallos de lirio hasta la superficie del agua, nunca más volvía a descender donde ellas estaban…
Tres amigas larvas se prometieron unas a otras que cuando alguna de ellas subiera hasta la superficie volvería para decirles a las demás lo que allí arriba ocurría…
Poco después, una de dichas larvas sintió un deseo irresistible de ascender hasta la superficie…
Comenzó a caminar hacia arriba por uno de los finos tallos verticales y cuando finalmente estuvo fuera, se puso a descansar sobre una hoja de lirio…
Entonces experimentó una transformación maravillosa aunque no sencilla ni exenta de miedo; una transformación que al final, la convirtió en una hermosa libélula con unas alas bellísimas…
Trató de cumplir su promesa y decirles a sus amigas larvas que ella seguía allí; quería explicarles lo que ocurría al final de los tallos de lirio pero fue en vano…
Volando de un extremo al otro de la charca podía ver a sus amigas sobre el fondo, pero no podía descender allí abajo…
Se acercaba todo lo que podía al agua y les gritaba a sus amigas: Soy yo..!!! Miradme, he vuelto… Mirad que ocurre al final de los lirios…
Pero sus amigas larvas no la escuchaban…
Entonces comprendió que incluso si ellas hubieran podido verla, nunca la habrían reconocido.
Su cuerpo ahora era distinto, su mundo ahora era el cielo, sus pensamientos ahora eran otros…
Entonces comprendió que todas las larvas que subían por los lirios no es que no quisieran volver, si no que cuando tu forma de vivir, de ser y de sentir cambian tanto.
Ya es imposible que los que continúan allí abajo en la charca puedan reconocerte…
También puedes leer: Es tiempo de cambio