“Nada pudo haber sido de otra manera”
Estas palabras las escuché hace mucho tiempo en un curso de milagros. Entiendo que al comienzo aceptar esta afirmación como seres humanos viviendo tantas experiencias en nuestra vida no es precisamente algo fácil de aceptar y menos integrar. Pero a medida que pasa el tiempo y vamos aprendiendo, creciendo, madurando, empezamos a sentir el sentido de la vida y quizás a comprender qué significa estas palabras.
Esas etapas, experiencias que en su momento las sentimos como algo (negativas) fueron las que quizás al desalentarnos nos impulsaron para hacer los cambios necesarios que teníamos que hacer.
Ese despido, ese trabajo que no pudo ser, esa separación de tu pareja, familia, amigos, ciudad, esa desilusión por no conseguir eso que tanto soñabas etc.. en fin, tantas cosas que hubieras querido y creías tan necesarias para ti y no han podido ser.
Con el tiempo aprendemos a mirar esas mismas cosas de una manera distinta. Empecemos a darnos cuenta que realmente todo aquello no, no fue un verdadero fracaso. porque en realidad no conseguir todo aquello ha sido la energía y el impulso que necesitábamos en esos momentos para dar pasos nuevos y necesarios en nuestro aprendizaje los cuales nos han ayudado a crecer, a cambiar y a evolucionar para nuestro bien como seres humanos.
Aceptar que nuestra vida nos ofrece a cada instante justamente la experiencia que necesitamos vivir es algo que nos aligera la vida. No se trata de conformismo o falsa humildad, pero sí de una realidad que pueden dirigir nuestra vida para que la vivamos desde nuestra paz.
Al pasar el tiempo dejamos de ser víctimas de nuestros llamados ( fracasos) Entonces es cuando conectamos con eso, nos llenamos de una absoluta confianza sabiendo, sintiendo que sea lo que sea que hayamos vivido o en este ahora estemos viviendo es lo que en realidad necesitamos vivir en esos momentos.
Si hoy estamos aquí es por y para algo..para que tengamos una nueva oportunidad para empezar de nuevo, pero desde un escalón más arriba.. desde la experiencia para apreciar nuestra vida tal cual es, sintiéndo y siendo conscientes que somos mucho más que nuestras historias mentales y que cada dìa tenemos la elección de mejorar nuestra vida. De vivir, amar, sentir, apreciar el estar hoy aquí con el agradecimiento que se merece vivir cada día de nuestra vida.
Gracias, gracias, gracias.
Autor Desconocido.